“La psicología, a diferencia de la química, álgebra o literatura, es un manual para tu propia mente. Es una guía para la vida»
Daniel Goldstein
Con el ritmo al que se desarrolla la vida actualmente, es común que se experimenten situaciones de estrés con relativa facilidad. Y, en muchos de los casos, estas circunstancias no pasan desapercibidas y tienen consecuencias en el organismo de muchas personas.
Esto puede provocar que muchas personas experimenten síntomas como la ansiedad o desemboquen en una depresión. Un peligro que se deriva de estas situaciones es el consumo habitual de medicamentos por parte de personas que padecen estas problemáticas, pero sin acudir a terapia psicológica.
Y, ¿por qué se cataloga esta situación como peligrosa? El peligro reside en que puede ser cierto que la medicación enmascare los síntomas ansiosos mientras la persona se encuentre bajo su efecto, pero una vez se acabe, la sintomatología volverá a aparecer. Esto puede provocar una necesidad continua de consumir medicamentos a diario, sin trabajar realmente en la base del problema.
Podemos encontrar diferentes patrones de afrontamiento de problemas por parte de las personas. Hay, por ejemplo, personas para las que tomar medicación supone un fracaso en su tarea de hacerse cargo de sí mismos, o que temen convertirse en “adictos” por tomar medicación psiquiátrica. Por otro lado, existen otras personas que piden medicación para no sentir con demasiada intensidad emociones que les asustan, o para encontrar una solución rápida y que exija poco compromiso personal.
Aunque, por lo general, lo primero que pensamos la mayoría de nosotros cuando tenemos un problema de tipo psicológico es que debe tener unas explicaciones genéticas o cerebrales, intentando buscar una explicación racional. Y, por consiguiente, lo que pensamos a continuación, es que deber haber algún fármaco que puede “curarnos”.
Pero, como se ha comentado anteriormente, la realidad es que la medicación no hace más que enmascarar el problema si no se lleva a cabo paralelamente una terapia psicológica. Los medicamentos psiquiátricos no corrigen aspectos de personalidad, ni patrones conductuales individuales, sino que crean una alteración en el cerebro que puede ser favorable a ocultar o encubrir síntomas psicológicos.
Así, el tratamiento que puede resultar más beneficioso para los síntomas de estrés, ansiosos y/o depresivos, se corresponde con ajustar una dosis adecuada de fármacos, en un tiempo determinado (siempre y cuando sea necesario), junto con tratamiento psicológico conjunto. En este sentido, es muy importante y necesario instaurar y trabajar patrones de conducta y rutinas diarias en la persona que ayuden a aprender a gestionar y lograr un mayor autoconocimiento y autocontrol en situaciones cotidianas del día a día.
En Centro Psicosanitario Galiani trabajamos multidisciplinarmente tanto Psicólogos como Psiquiatras, disponiendo de los últimos avances para garantizar una intervención global eficaz que abarque todos los aspectos de la persona, con el objetivo de lograr una asistencia individual completa, adaptada a la personalidad y a la problemática a trabajar de cada persona.
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